Esta fiesta la inició un vecino de nuestro pueblo hace unos 70 años. Este hombre, después de haber celebrado su santo, quiso continuar un día más con aquella celebración, por lo que invitó a un grupo de amigos y amigas a merendar al Castell de Rebollet. Al volver del castell, la gente, extrañada de que hicieran fiesta un día de trabajo, cargados de capazos y botas, un poco más alegres de lo normal, les preguntaban de dónde venían, a lo que contestaban: Venim del castell ens hem badat de riure. Esto fue la clave para ponerle nombre a la fiesta: sencillamente, fiesta de la Badà.
La Badà se celebra siempre el día siguiente de San Vicent Ferrer. Durando casi cincuenta años de tradición de esta fiesta, se subía a merendar al Castell de Rebollet. También, se improvisaba una especie de palo con unas cañas y seda, que traían los hombres, cubriendo a la Reina de la Badà. La merienda del día de la Badà en esta época consistía en sofritos de bonito y atún negro, y también se comían cocas con huevos.
La subida al castell se solía hacer alrededor de las seis y se bajaba muy tarde, sobre las nueve y media o las diez de la noche a la hora de celebrar la cordà y el baile.
Actualmente se continua celebrando esta fiesta aunque de manera diferente a lo que se solía hacer antes. Ahora el ayuntamiento ofrece una merienda de chocolate y coca con juegos populares para los niños y niñas al parque del Calvari. Por la noche se celebra una cena en la Plaça dels Xorros con orquesta y baile.