La entrada tiene unos escasos 50 centímetros de diámetro y da acceso a un pozo acampanado de unos 20 metros. Dentro podemos encontrar diferentes salas de las que se continúa accediendo por pozos verticales. Al fondo de la cavidad se encuentra un acuífero subterráneo de gran nivel piezométrico.
Hay que remarcar que su exploración se tiene que hacer a cargo de gente especializada y con conocimientos de espeleología.